domingo, 10 de abril de 2016

El origen del mal ( Fragmento La leyenda de San Miguel)

“La noche se apropiaba paulatinamente de los caminos y asentamientos en la aun joven villa Escazú, el templo el cual recién había concluido su construcción traslucía entre s sus vitrales la ya escasa luz del sol como un lejano recuerdo desliéndose de una mente perdida en sus propios pensamientos. Pronto la oscuridad   termino de cubrir toda la villa, en cada rincón las lumbreras extingan su luz y los residentes entre ellos españoles solitarios en busca de conquistas para sí mismos y familias poderosas que venían a apropiarse de terrenos para el patrimonio de su familia en nombre de una codiciosa e innecesaria carrera e n miras a una riqueza cruel descansaban, pues temprano debían asistir a la primer misa en la parroquia de San Miguel de Escazú la cual todos los residentes habían trabajado duro para  construirla. Y entre las familias más poderosas venidas de Galicia La familia Azevedo era de las de más alto nivel; el señor Víctor Azevedo Zúñiga  ex general de las milicias en las cortes españolas era la cabeza de familia su pequeña hija Mariel de 7 años de edad, su esposa la cual tenía un corazón centrado en los asuntos espirituales eran su tesoro más preciado. El señor Víctor  viajo desde Galicia en compañía de un grupo importante de hombres muchos como guardias personales y también con el cura Bladimir Toscana  quien se encargaba de las ceremonias de la familia y fue su hombre de confianza. Este sacerdote resguardaba su rostro siempre con una capucha para cubrirse, sus manos mostraban el demacrado aspecto de una piel atravesada por muchos años con arrugas y manchas típicas de una persona mayor, casi no hablaba pues su voz ronca y áspera maltrataba sus garganta debido a los crueles fríos en los que se vio expuesto en su juventud cuando serbia a la iglesia en su natal Italia pues era originario de  Nápoles, todo esto mermo en su sistema respiratorio y no tenía muchas fuerzas, aun así serbia fielmente a su iglesia que según él era la razón de estar vivo aun , mantenía estudios profundos de los conocimientos en escritos apostólicos y sus enseñanzas,  vivía inmerso en un oasis mental lleno de reflexiones y lumbrales espirituales; conociéndole en una primera instancia parecía ser un hombre que atravesó muchas dificultades por su fe, podría considerarse incluso admirable. El cura Bladimir se encargaría de la primera misa a inicios de Octubre en aquellos días en 1799. EL templo de San Miguel de Escazú en sí mismo era la proeza de todos los vecinos de la villa,  pues por el aporte de cada uno en cuanto a materiales  como arena, piedra y cal e implementos de madera con detalles artesanales , bancas y muebles constituyeron  el acabado del templo, fue tanto el compromiso de los residentes de villa Escazú que realizaron turnos y comerciaron sus animales  para recaudar fondos con más rapidez, en verdad deseaban consagrar a su creador con el sudor de su frente y el sacrificio de sus bienes.  Las misas  pronto iniciarían y la bendición anhelada por aquellos bien y mal intencionados pioneros de esta hermosa  villa esperaban con muchas ansias los primeros albores  y rayos de luz venidos de Dios, todo para comenzar con éxito la carrera por asentar su nombre y apellido en la joven tierra que los recibía.  Bladimir  sería el  primer sacerdote en estar al frente del templo el cual ya terminado lucia elegantemente dos enormes puertas labradas a mano con detalles  haciendo alusión al cielo y sus ángeles descendiendo de entre la gloria de un Dios poderoso abriendo las nubes e iludiendo el mundo entero y en la puerta derecha la singular imagen labrada del arcángel más poderoso conocido en el universo San Miguel.
Aquel era un monumento, una joya significativamente hermosa, cada uno de los vitrales internos del templo contaban el lento viacrucis por el cual el redentor del mundo paso en el camino ensangrentado, por el que la humanidad habría de redimirse a sí misma y ser dignos de estar delante del creador y adquirir la oportunidad de salvarse recuperando su posición en miras a la perfección y pureza un estado el cual ningún hijo de la humanidad conoció antes pero que es el deseo inherente del creyente natural, elevando su espíritu por encima de su propia alma demacrada en pecado. Así la historia de un pueblo encarnaría el espíritu de Dios y al mismo tiempo y sin saberlo desataría las cadenas del infierno. Un amanecer de Setiembre  la familia Azevedo se preparaba para una jornada ajetreada pues los últimos detalles para concluir el templo estaban a cargo de ellos. Su influencia había logrado acabar pronto la obra y serian ellos el señor Víctor Azevedo y su esposa Helena los que junto con el cura Bladimir planificarían la primer ceremonia para bendecir la villa y a sus pobladores. Bladimir se acercó al altar quien ese momento constaba de una cruz en madera negra y descubrió su rostro quitando su capucha dejando ver sus cabellos blancos y su rostro arrugado, alzo su vista con aquellos ojos verdes que costosamente enfocaban adecuadamente y se santiguo haciendo una plegaria silenciosa que apenas el mismo podía escuchar, algunos vecinos de la villa entre ellos el señor Azevedo observaban al cura llenándose de orgullo por contar con un hombre de Dios a  con ellos, comprometiéndose en espíritu a su sagrada misión de guiar a todos a el camino del bien. Después de hacer esta plegaria corta el anciano  elevo su mirada a la cruz y sonrió como quien mira dentro de su propio ser una riqueza y calla su alegría, sonrió mientras un frio escalofriante llenaba el altar y helaba la piel del viejo cura; sonrió como quien (escucha) y entiende que mejores tiempos llegaran. El señor Azevedo se acercó al anciano y toco su hombro, el viejo volteo despacio y observo a quien conoció desde hacía mucho tiempo atrás y quien aconsejaba desde niño cuando se encargó de su bautismo y casarle con su esposa; ambos sonrieron la promesa del templo estaba realizada solo era cuestión de poner fe en este camino recién hecho, la brisa en las afueras del templo soplaba fuerte  barriendo los caminos del polvo haciendo que las copas de los arboles resonaran con la frescura de los bosques y el sol iluminaba fuerte compitiendo su brillo con el de las guarias moradas y las flores de las veraneras colgando de los muros en las casas hechas de adobe y tejas rojas, un día hermoso un 30 de setiembre de 1799, el día transcurría con normalidad y así seria hasta el anochecer. La primer misa se realizaría al día siguiente cuando a las 6 de la mañana las campanas llamarían por primera vez a congregar a  los fieles; ya casi eran las tres de la tarde cuando las puertas del templo abrirían  pero no para oficiar ninguna ceremonia ya que solo la figura del anciano sacerdote se adentró  al recinto en sus manos traía un libro con portada negra ya desgastado por los años y algo roto entre sus páginas y amarillento en sus hojas. El cura se dirigió a paso lento al altar donde coloco su libro y lo abrió poniéndose atrás del altar como si fuera a oficiar su misa, el viejo abrió por la mitad aquel libro y murmuro algunos de sus pasajes, donde una criatura de forma mostrosa comía carne putrefacta en un dibujo hecho minuciosamente explícito y unos versos escritos en latín invocaban la presencia pura de las fuerzas opuestas a la luz. Unas cuantas palabras dichas en su momento por el anciano le hicieron temblar a pesar de no ser la primera vez que las decía ni la primera vez que invocaba a (la entidad) para (escucharle), pero esta vez era distinto pues el día en que traería a este mundo las sombras y la muerte, el miedo y dolor se acercaba como depredador a su presa.
El anciano  temblaba y un aire  frio soplo con fuerza atravesando el templo  llenado de temor el corazón del viejo cerrando sus ojos y cerrando de golpe el libro de tapa negra, aquel aire violento soplo por unos instantes tan solo unos segundos y al apaciguarse el viento la serenidad  dentro del recinto sagrado se asentó con fuerza como si esta misma fuese una presencia misma; el viejo abrió sus ojos y en voz baja hablo: _ ¿Estas acá?_ preguntaba con voz cansada , ante su pregunta un susurro espectral  hablo en el viento contestándole al viejo:_” Si”_  mientras  el cura se estremecía de nervios _ Dime entonces de una vez que falta por hacer para liberarte  y que me des poder_ decía el anciano. _”Solo cruzar el ultimo umbral previo a la perfección de tu espíritu y revelare el poder oculto que encierran los laberintos atreves de estas tierras y los misterios que te he de revelar”_ Contesto la entidad_  ¡Que debo hacer!, dime lo hare sin falta_ dijo el viejo alzando su voz_” Trae la sangre pura de un alma inocente y ofréceme su vitalidad así (entrare) dándote  vida y poder por siempre”_ la entidad llevaba  tiempo comunicándose con el cura Bladimir quien en Nápoles practicaba la magia negra y artes esotéricas seducido por los presos capturados por la inquisición los cuales cuando el sacerdote bajaba a las cárceles a escuchar las confesiones bajo tortura de estos miserables aprovechaba para posterior al interrogatorio a los brujos y brujas les visitaba en su mazmorra a según el fortalecerles y animarles a redimirse pero a la vez inquiría sobre las fuerzas oscuras y malignas y aprendió, en especial de un condenado a la hoguera  quien es su delirio un día antes de su ejecución revívelo al cura unos escritos los cuales el mismo había copiado del dictado del mismo diablo el cura los recibió y conoció los secretos para entender a los demonios y recibir favores de parte de ellos, al mismo tiempo que sabría algo más sobre el mundo espirituano invisible a los ojos comunes y corazones distraídos en la humanidad, una habilidad que utilizo al llegar a la villa Escazú cuando esta entidad percibiendo el corazón negro del cura lo sedujo  ofreciéndole poder infinito uno el cual se ocultaba en esa tierra y que tendría la capacidad de manipular el universo mismo y ahora el momento había llegado para concretar el plan trayendo a esta fuerza maligna a esta realidad de los vivos  y de este modo Bladimir recuperara su salud y juventud que esta entidad espectral le ofrecía  solo faltaba un paso más. El espectro continuaba exponiendo sus ideas al viejo._” Tráeme  a la niña, la que vive con la familia a la que sirves”_ Hubo un silencio y sorpresa por parte de Bladimir:_ ¡La niña!...Mariel, yo.., yo  no podría hacerle  daño, la familia acabaría conmigo no me lo perdonaría_ Decía el cura titubeante  y temeroso por lo que el espectro le solicitaba_ Es una locura completamente_ continuaba diciendo el viejo_ Mas que sería de mi si cometo un delito _ En ese momento un poderoso viento azoto las pesadas puertas del templo abriéndolas violentamente a pesar que las mismas tenían enorme peso con la capacidad de aplastar a varios hombres, el cura cubrió su rostro temeroso y los utensilios cayeron junto con algunas velas al suelo, la voz espectral resonó con fuerza atravesó del viento mientras este soplaba sobre el rostro del viejo_ “¡El poder! no debe limitarse  a las triviales normas humanas un mundo nuevo conlleva sacrificios pues el precio de una vida nos abrirá las puertas de un mundo sin limitaciones ni temores, es lo que ofrezco ya no hará nada que temer_ dijo el espectro, _ Pero entonces… dime ¡Que debo hacer para obtener ese poder?_ pregunto el viejo con su voz ronca mientras el viento aun soplaba violentamente_ Mátala, debes matarla traerla y sacrificarla en este templo con los conjuros que rediseñe en tu libro dentro del circulo de fuego que liberara mi ser así entrare en tu cuerpo al romper las barreras del mundo espiritual y te daré la vida eterna_ las palabras del espectro no dejaban de espantar al viejo.
_Lo haré si lo haré, solo dime cuando_ respondió el anciano; en ese instante el viento que  atormentaba la calma del templo seso, el viejo quito sus brazos del rostro que protegía y observo el desastre que el espectro había hecho en todo el lugar, las cortinas tras la cruz negra estaban rotas y los adornos destruidos_ Debes traerla mañana antes de realizar la misa durante la madrugada y ejecutarla en medio de este recinto _dijo el espectro  , pues la primer misa seria a las seis de la mañana cuando el pueblo se congregaría, el viejo miro detenidamente un punto fijo en el suelo del templo como quien visualiza su obra y prepara su corazón para ejecutar sus ideas_ Esta madrugada la traeré y terminare con todo esto de una vez_ balbuceo en voz baja el anciano quien descendía del altar con su libro y con paso lento salía del templo, mientras que un frio recorría su espina y una carcajada casi imperceptible sonaba tras él una risa que destruir la mente de cualquier valiente, el espectro vaticinaba con su júbilo la caída del universo tal y como se conocía. El anciano se había resuelto a concluir sus planes y se dirigió a la casa de la familia Azevedo donde se hospedaba al salir del templo hecho un vistazo de nuevo a la estructura suspirando, a pesar de entender lo que implicaban los demonios y sus tratos, estaba seguro  que esta sería la única forma de recuperar su Juventus y la salud que día a día le abandonaba pues en los senderos de Dios hacía mucho tiempo no percibía gozo en los caminos del bien, y ahora se entregaría por completo a las sombras. Lejos del templo un carruaje esperaba al cura y un jinete ayudo al noble anciano a subir, el cura dejo al carruaje lejos  del templo para evitar posibles testigos oculares _ Lléveme a cas por favor_ dijo el anciano quien descansaba de su encuentro, el jinete vio en el viejo un desgaste inusual lo que le extraño pero sin preguntar nada contesto_ Si desde luego padre , pronto estaremos en casa_ La familia Azevedo se instaló en las zonas altas de la villa , donde el aire es más fresco y sus imponentes cerros  lucen majestuosos, del cual El cerro Pico Blanco era el más conocido llamado así por una enorme roca la cual estaba cubierta por vegetación pero que aun así se podía ver a través del verdoso retoño de con cientos de años esta enorme roca podría ser tan grande como la villa misma y según algunos vecinos era el hogar de los espectros más temibles, en especial de una presencia la cual todos temían, y la leyenda más conocida por toda la villa tramitada por los aborígenes Huetares y los Bribri una leyenda que despertaría en el corazón de la humanidad la esperanza, y  quizá la codicia. Pronto la tarde descansaría con el ocaso en un espectáculo hermoso un cielo naranja simulando las llamas encendiendo el cielo coloreando las nubes de fuego e iluminado los amplios bosques en los cerros de Escazú, la quietud y belleza de la villa florecida llena de vida hacia un contraste enmarcado con las intenciones y corazón negro del anciano quien estaba en casa de la familia Acevedo en su cuarto dirigiéndose a una gaveta en un mueble de su habitación sencilla saco un pañuelo negro el cual envolvía algo al desenvolverlo una daga con mango de plata y un filo formidable se dejó ver el cura lo guardo  entre sus ropas y salió de la habitación. Al está afuera el señor Azevedo le vio_ Padre Bladimir nos acompañara a la cena cierto_ dijo el señor Azevedo amablemente_ Si hijo solo debo hacer algunas cosas para la ceremonia y pronto estaré en la mesa_ respondió el cura con su típica voz ronca y actitud amable y misteriosa_ Muy bien padre le esperamos_ dijo Azevedo_ Pronto estaré ahí – Respondió el cura, saliendo al pato de la casa de la familia la cual para ser de las primeras casas era muy grande y contaba con más de ocho habitaciones y una segunda planta muy ostentosa en comparación a los vecinos de la villa. El cura fue al encuentro de dos guardias que custodiaban la entrada_ ¿Qué es lo que necesitaba hablar con nosotros padre? _
Pregunto uno de los guardias_ Solo quiero que secuestren a la niña a Mariel y la lleven al templo hoy en la madrugada cerca de las tres de la mañana cuando todos duerman preparen un carruaje un poco lejos de acá para que no despierte a nadie e iremos a la villa dentro del templo_ los hombres se sorprendieron pero el cura sabia con quién estaba lidiando había visto a estos mismos hombres robando algunos utensilios de la casa de la familia en Galicia y vender la comida de los almacenes para luego reportarlo como extraviado al señor Azevedo quien su confianza en estos hombres no le permitía ver la corrupción en ellos, y antes que estos dos hombres reaccionaran el cura saco unas joyas y varias monedas de oro que el mismo trajo de España y que había tomado de alguno templos en Europa, los hombre sonrieron y asintieron con la cabeza dando a entender que si harían lo que el cura les mando. Rápidamente el anciano se adentró a la casa para no hacer esperar más a la familia, el cura llego justo en el instante en que Mariel bajaba la escalera principal de la casa cruzando una mirada con el anciano ambos sonrieron sin percibir nada extraño la niña siempre había tenido una manera dulce para con el viejo a lo que le correspondía con juegos que le mismo inventaba para pasar las tardes solitarias de la niña y hacerlas más amenas ; Ya que Mariel no tenía hermanos y se encariñaba fácilmente con la gente, desde su llegada a villa Escazú se enamoró de sus paisajes de los senderos floreados, del sol de la mañana y de sus hermosos cerros fue como si se adentrara al paraíso, pues nunca había contemplado tanta belleza, solía secretamente escaparse de su casa en las tardes para adentrarse en las faldas de los cerros donde se veía a escondidas con un amigo el cual era despreciado por los vecinos pues era un niño Aborigen de la familia real de los Bribri  llamado Tori más su familia le llamaba  Suwo que significaba viento e historia, tenía la edad de Mariel y le enseñaba su tierra los manantiales dentro de los enriquecidos bosques de Escazú , en ocasiones Tori le llevaba cerca del cerro pico Blanco donde el espíritu de Sibo el Dios creador de la tierra  Bribri reguardaba su poder el cual trascendía el cosmos y el mundo materia pues ene l pasado Sibo conquisto el mundo y lo reformo del poder demoniaco que lo poseía, salvándolo y entregándoselo a sus hijos Bribris quienes debían cuidar esta tierra bendecida. Mariel podía (Ver) los secretos ocultos de los seres impuros viendo la manifestación divina que Sibo protegía desde el mundo espiritual donde descansaba bajo la iluminación del mismo creador del Universo aquel que está en todas las cosas y ha sido desde el amanecer de los tiempos infinitos. Los maestros Awa quienes eran los chamanes habían declarado a Tori como el próximo guardián de la tierra, en el reposaba la esencia de Sibo pues le había adoptado como hijo y un día su corazón despertaría para proteger por siempre esta tierra sagrada; Tori era del clan más elevado entre los clanes Bribris aquel que resguardaba y enseñaba el camino a la luz. Así la amistad de dos inocentes se acrecentó al punto donde Mariel cuestiono dulcemente en su inocencia si sería así de feliz para siempre _¿Crees que sonreiré por siempre Tori?_ pregunto un día Mariel  mientras ambos estaban sentados junto al rio que atravesaba la villa en una hermosa tarde en el bosque, Tori sonrió y se sonrojo al ver la dulce sonrisa de la niña_ Las cosas que vienen del corazón cuando son buenas se quedan ahí y podrás sonreír siempre que recuerdes estas cosas_ dijo Tori ilustrando a Mariel sobre la claridad del espíritu, materia que el mismo conocía bien por su instrucción con los maestros Awa, _  Y entonces para sonreír…¿Cuidaras de mi por siempre?_ pregunto la niña mientras veía fijamente la corriente de las aguas reflejando la luminosidad de los rayos del sol _Cuidare de ti porque tu cuidas de mí, no eres como los que vinieron contigo y ven a mi gran familia como demonios, eres importante para mí.
Contesto Tori alzando la vista a los cielos adornados por un azul profundo y radiante _ Mi madre está muy preocupada por mi cree esta tierra es bella pero que no es apta para mí porque me hace soñar más de la cuenta, pero amo la pureza de esta tierra y te quiero Tori_ dijo Mariel quien miro fijamente a los ojos a Tori quien le miraba sorprendido y sonrojado bajando la mirada apenado lo cual le causo una sonrisa más amplia a la niña_ Cuidare de esta tierra que ambos amamos y estaré contigo siempre por esto que compartimos_ al decir esto Mariel beso en la mejilla a Tori lo que le asusto pero entendía el cariño sincero de una amiga de dos corazones que solo entendían el amor en su forma más pura en la inocencia pues solo así nace el verdadero amor en el desinterés y la verdad, en las causas nobles que trascienden la vanidad humana. Durante un largo tiempo estos encuentros se hicieron constantes Mariel llego a Villa Escazú con su familia con un año de nacida en 1793 cuando su familia vino con las intenciones de expandirse,  ella había hecho a villa Escazú suya por este motivo el amor era la base que unía a estos dos. El sentimiento más importante  que puede albergar un ser humano después que aparentemente  todo se ha desmoronado, es la esperanza pero esta debe de tener una base por este motivo tanto Tori como Mariel sembraron en esta tierra de encanto su esperanza con la base más sólida el amor puro. Realmente l la maravilla de la vida se guardaba en esta expresión de amistad. Pero, ahora la vida de Mariel corría un gran riesgo pues el anciano sacerdote tenía una sola  idea en mente, y se había decidido a ofrecer en sacrificio la inocencia de Mariel a esta entidad, esta entidad demoniaca la cual provenía de más allá del infierno. Toda la familia estaba sentada a la mesa y el cura Bladimir había tomado su puesto con ellos pronto comenzaron a servir los vegetales que se producía en la tierra de los Acevedo y carnes de res adquiridas también por esta enriquecida familia. Las sirvientas de la cocina llevaron todo al centro de la mesa una mesa hermosamente decorada con mantel blanco bordado y cubiertos como ninguno otro  en toda la villa ya que solo existían tres familias ostentosas en Escazú en hasta ese entonces, sin embargo  la familia Azevedo era quizá las más poderosa y con mayor participación en obras de la villa. El cura Bladimir miraba con frialdad a la niña quien incauta participaba en la cena mientras el señor Víctor sonreía viendo a su mujer a su hija en la mesa, el anciano mantenía silencio mientras los comentarios del señor Víctor acerca de las mercaderías traídas desde Europa se convertían en bullicio sin sentido, pues en la mente del anciano la maldad se acrecentaba y los panes de homicidio se fusionaban con la ambición desmedida. Pronto todos fueron a descansar pero el anciano se mantenía en vela conocía muy bien la hora en la que todos descansaban, se asomó por la ventana y poniendo la lumbrera con la que se iluminaba en la cornisa dio la señal a los hombres que custodiaban la casa para que se hicieran presentes. Con la rapidez que le permitían sus años Bladimir se dirigió a la entrada principal de la casa abriendo el paso a los guardias que tenían consigo cuerdas y un costal de tela negra para me ter a la niña, Bladimir hizo que le siguieran hasta la alcoba de la niña en el piso superior, tenía consigo la llave de cada una de las habitaciones pues era hombre de confianza y casi un abuelo para la niña así que la familia consideraba que la asistencia del anciano era oportuna en caso de ocupar de su espiritualidad. Puso la llave en el cerrojo y con la suavidad de un viejo zorro pisando la maleza abrió la puerta, la niña estaba profundamente dormida tan solo iluminada por la blanca luz que reflejaba la luna llena en su rostro; se acercó poco a poco y puso su arrugada mano en su boca tapándola, la niña despertó abrupta mente asustada intentando entender que sucedía confundiendo la realidad con una pesadilla,  los guardias pronto intervinieron alzando a la niña colocándole en el suelo y atándola fuertemente, el anciano ordeno que le metieran con rapidez en el costal de tela negra a lo que con prontitud respondieron los guardias oscureciendo la visión de la niña quien amordazada se movía en desesperación por huir de sus predadores. Salieron de la casa  cargando a la niña donde unos caballos esperaban a los hombres el anciano subió con uno de los guardias a un corcel y la niña era transportada en uno caballo con otro guardia que les seguía de cerca


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