“La noche se apropiaba paulatinamente de los caminos y
asentamientos en la aun joven villa Escazú, el templo el cual recién había
concluido su construcción traslucía entre s sus vitrales la ya escasa luz del
sol como un lejano recuerdo desliéndose de una mente perdida en sus propios
pensamientos. Pronto la oscuridad
termino de cubrir toda la villa, en cada rincón las lumbreras extingan
su luz y los residentes entre ellos españoles solitarios en busca de conquistas
para sí mismos y familias poderosas que venían a apropiarse de terrenos para el
patrimonio de su familia en nombre de una codiciosa e innecesaria carrera e n
miras a una riqueza cruel descansaban, pues temprano debían asistir a la primer
misa en la parroquia de San Miguel de Escazú la cual todos los residentes
habían trabajado duro para construirla.
Y entre las familias más poderosas venidas de Galicia La familia Azevedo era de
las de más alto nivel; el señor Víctor Azevedo Zúñiga ex general de las milicias en las cortes
españolas era la cabeza de familia su pequeña hija Mariel de 7 años de edad, su
esposa la cual tenía un corazón centrado en los asuntos espirituales eran su tesoro
más preciado. El señor Víctor viajo
desde Galicia en compañía de un grupo importante de hombres muchos como
guardias personales y también con el cura Bladimir Toscana quien se encargaba de las ceremonias de la
familia y fue su hombre de confianza. Este sacerdote resguardaba su rostro
siempre con una capucha para cubrirse, sus manos mostraban el demacrado aspecto
de una piel atravesada por muchos años con arrugas y manchas típicas de una
persona mayor, casi no hablaba pues su voz ronca y áspera maltrataba sus
garganta debido a los crueles fríos en los que se vio expuesto en su juventud
cuando serbia a la iglesia en su natal Italia pues era originario de Nápoles, todo esto mermo en su sistema
respiratorio y no tenía muchas fuerzas, aun así serbia fielmente a su iglesia
que según él era la razón de estar vivo aun , mantenía estudios profundos de
los conocimientos en escritos apostólicos y sus enseñanzas, vivía inmerso en un oasis mental lleno de
reflexiones y lumbrales espirituales; conociéndole en una primera instancia parecía
ser un hombre que atravesó muchas dificultades por su fe, podría considerarse
incluso admirable. El cura Bladimir se encargaría de la primera misa a inicios
de Octubre en aquellos días en 1799. EL templo de San Miguel de Escazú en sí
mismo era la proeza de todos los vecinos de la villa, pues por el aporte de cada uno en cuanto a
materiales como arena, piedra y cal e
implementos de madera con detalles artesanales , bancas y muebles constituyeron
el acabado del templo, fue tanto el
compromiso de los residentes de villa Escazú que realizaron turnos y
comerciaron sus animales para recaudar
fondos con más rapidez, en verdad deseaban consagrar a su creador con el sudor
de su frente y el sacrificio de sus bienes.
Las misas pronto iniciarían y la
bendición anhelada por aquellos bien y mal intencionados pioneros de esta
hermosa villa esperaban con muchas
ansias los primeros albores y rayos de
luz venidos de Dios, todo para comenzar con éxito la carrera por asentar su
nombre y apellido en la joven tierra que los recibía. Bladimir
sería el primer sacerdote en
estar al frente del templo el cual ya terminado lucia elegantemente dos enormes
puertas labradas a mano con detalles
haciendo alusión al cielo y sus ángeles descendiendo de entre la gloria
de un Dios poderoso abriendo las nubes e iludiendo el mundo entero y en la
puerta derecha la singular imagen labrada del arcángel más poderoso conocido en
el universo San Miguel.
Aquel era un monumento, una joya significativamente
hermosa, cada uno de los vitrales internos del templo contaban el lento
viacrucis por el cual el redentor del mundo paso en el camino ensangrentado,
por el que la humanidad habría de redimirse a sí misma y ser dignos de estar
delante del creador y adquirir la oportunidad de salvarse recuperando su posición
en miras a la perfección y pureza un estado el cual ningún hijo de la humanidad
conoció antes pero que es el deseo inherente del creyente natural, elevando su
espíritu por encima de su propia alma demacrada en pecado. Así la historia de
un pueblo encarnaría el espíritu de Dios y al mismo tiempo y sin saberlo
desataría las cadenas del infierno. Un amanecer de Setiembre la familia Azevedo se preparaba para una
jornada ajetreada pues los últimos detalles para concluir el templo estaban a
cargo de ellos. Su influencia había logrado acabar pronto la obra y serian
ellos el señor Víctor Azevedo y su esposa Helena los que junto con el cura
Bladimir planificarían la primer ceremonia para bendecir la villa y a sus
pobladores. Bladimir se acercó al altar quien ese momento constaba de una cruz
en madera negra y descubrió su rostro quitando su capucha dejando ver sus
cabellos blancos y su rostro arrugado, alzo su vista con aquellos ojos verdes
que costosamente enfocaban adecuadamente y se santiguo haciendo una plegaria
silenciosa que apenas el mismo podía escuchar, algunos vecinos de la villa
entre ellos el señor Azevedo observaban al cura llenándose de orgullo por
contar con un hombre de Dios a con ellos,
comprometiéndose en espíritu a su sagrada misión de guiar a todos a el camino
del bien. Después de hacer esta plegaria corta el anciano elevo su mirada a la cruz y sonrió como quien
mira dentro de su propio ser una riqueza y calla su alegría, sonrió mientras un
frio escalofriante llenaba el altar y helaba la piel del viejo cura; sonrió
como quien (escucha) y entiende que mejores tiempos llegaran. El señor Azevedo
se acercó al anciano y toco su hombro, el viejo volteo despacio y observo a
quien conoció desde hacía mucho tiempo atrás y quien aconsejaba desde niño
cuando se encargó de su bautismo y casarle con su esposa; ambos sonrieron la
promesa del templo estaba realizada solo era cuestión de poner fe en este
camino recién hecho, la brisa en las afueras del templo soplaba fuerte barriendo los caminos del polvo haciendo que
las copas de los arboles resonaran con la frescura de los bosques y el sol
iluminaba fuerte compitiendo su brillo con el de las guarias moradas y las
flores de las veraneras colgando de los muros en las casas hechas de adobe y
tejas rojas, un día hermoso un 30 de setiembre de 1799, el día transcurría con
normalidad y así seria hasta el anochecer. La primer misa se realizaría al día
siguiente cuando a las 6 de la mañana las campanas llamarían por primera vez a
congregar a los fieles; ya casi eran las
tres de la tarde cuando las puertas del templo abrirían pero no para oficiar ninguna ceremonia ya que
solo la figura del anciano sacerdote se adentró
al recinto en sus manos traía un libro con portada negra ya desgastado
por los años y algo roto entre sus páginas y amarillento en sus hojas. El cura
se dirigió a paso lento al altar donde coloco su libro y lo abrió poniéndose
atrás del altar como si fuera a oficiar su misa, el viejo abrió por la mitad
aquel libro y murmuro algunos de sus pasajes, donde una criatura de forma mostrosa comía carne putrefacta en un dibujo hecho minuciosamente explícito y unos
versos escritos en latín invocaban la presencia pura de las fuerzas opuestas a
la luz. Unas cuantas palabras dichas en su momento por el anciano le hicieron
temblar a pesar de no ser la primera vez que las decía ni la primera vez que
invocaba a (la entidad) para (escucharle), pero esta vez era distinto pues el día
en que traería a este mundo las sombras y la muerte, el miedo y dolor se
acercaba como depredador a su presa.
El anciano
temblaba y un aire frio soplo con
fuerza atravesando el templo llenado de
temor el corazón del viejo cerrando sus ojos y cerrando de golpe el libro de
tapa negra, aquel aire violento soplo por unos instantes tan solo unos segundos
y al apaciguarse el viento la serenidad
dentro del recinto sagrado se asentó con fuerza como si esta misma fuese
una presencia misma; el viejo abrió sus ojos y en voz baja hablo: _ ¿Estas acá?_
preguntaba con voz cansada , ante su pregunta un susurro espectral hablo en el viento contestándole al viejo:_”
Si”_ mientras el cura se estremecía de nervios _ Dime
entonces de una vez que falta por hacer para liberarte y que me des poder_ decía el anciano. _”Solo
cruzar el ultimo umbral previo a la perfección de tu espíritu y revelare el
poder oculto que encierran los laberintos atreves de estas tierras y los
misterios que te he de revelar”_ Contesto la entidad_ ¡Que debo hacer!, dime lo hare sin falta_
dijo el viejo alzando su voz_” Trae la sangre pura de un alma inocente y ofréceme
su vitalidad así (entrare) dándote vida
y poder por siempre”_ la entidad llevaba tiempo comunicándose con el cura Bladimir
quien en Nápoles practicaba la magia negra y artes esotéricas seducido por los
presos capturados por la inquisición los cuales cuando el sacerdote bajaba a
las cárceles a escuchar las confesiones bajo tortura de estos miserables
aprovechaba para posterior al interrogatorio a los brujos y brujas les visitaba
en su mazmorra a según el fortalecerles y animarles a redimirse pero a la vez inquiría
sobre las fuerzas oscuras y malignas y aprendió, en especial de un condenado a
la hoguera quien es su delirio un día
antes de su ejecución revívelo al cura unos escritos los cuales el mismo había
copiado del dictado del mismo diablo el cura los recibió y conoció los secretos
para entender a los demonios y recibir favores de parte de ellos, al mismo
tiempo que sabría algo más sobre el mundo espirituano invisible a los ojos
comunes y corazones distraídos en la humanidad, una habilidad que utilizo al
llegar a la villa Escazú cuando esta entidad percibiendo el corazón negro del
cura lo sedujo ofreciéndole poder infinito
uno el cual se ocultaba en esa tierra y que tendría la capacidad de manipular
el universo mismo y ahora el momento había llegado para concretar el plan
trayendo a esta fuerza maligna a esta realidad de los vivos y de este modo Bladimir recuperara su salud y
juventud que esta entidad espectral le ofrecía solo faltaba un paso más. El espectro
continuaba exponiendo sus ideas al viejo._” Tráeme a la niña, la que vive con la familia a la
que sirves”_ Hubo un silencio y sorpresa por parte de Bladimir:_ ¡La
niña!...Mariel, yo.., yo no podría hacerle daño, la familia acabaría conmigo no me lo
perdonaría_ Decía el cura titubeante y
temeroso por lo que el espectro le solicitaba_ Es una locura completamente_
continuaba diciendo el viejo_ Mas que sería de mi si cometo un delito _ En ese
momento un poderoso viento azoto las pesadas puertas del templo abriéndolas
violentamente a pesar que las mismas tenían enorme peso con la capacidad de
aplastar a varios hombres, el cura cubrió su rostro temeroso y los utensilios
cayeron junto con algunas velas al suelo, la voz espectral resonó con fuerza atravesó
del viento mientras este soplaba sobre el rostro del viejo_ “¡El poder! no debe
limitarse a las triviales normas humanas
un mundo nuevo conlleva sacrificios pues el precio de una vida nos abrirá las
puertas de un mundo sin limitaciones ni temores, es lo que ofrezco ya no hará
nada que temer_ dijo el espectro, _ Pero entonces… dime ¡Que debo hacer para
obtener ese poder?_ pregunto el viejo con su voz ronca mientras el viento aun
soplaba violentamente_ Mátala, debes matarla traerla y sacrificarla en este
templo con los conjuros que rediseñe en tu libro dentro del circulo de fuego
que liberara mi ser así entrare en tu cuerpo al romper las barreras del mundo
espiritual y te daré la vida eterna_ las palabras del espectro no dejaban de
espantar al viejo.
_Lo haré si lo haré, solo dime cuando_ respondió el
anciano; en ese instante el viento que
atormentaba la calma del templo seso, el viejo quito sus brazos del
rostro que protegía y observo el desastre que el espectro había hecho en todo
el lugar, las cortinas tras la cruz negra estaban rotas y los adornos
destruidos_ Debes traerla mañana antes de realizar la misa durante la madrugada
y ejecutarla en medio de este recinto _dijo el espectro , pues la primer misa seria a las seis de la
mañana cuando el pueblo se congregaría, el viejo miro detenidamente un punto
fijo en el suelo del templo como quien visualiza su obra y prepara su corazón
para ejecutar sus ideas_ Esta madrugada la traeré y terminare con todo esto de
una vez_ balbuceo en voz baja el anciano quien descendía del altar con su libro
y con paso lento salía del templo, mientras que un frio recorría su espina y
una carcajada casi imperceptible sonaba tras él una risa que destruir la mente
de cualquier valiente, el espectro vaticinaba con su júbilo la caída del
universo tal y como se conocía. El anciano se había resuelto a concluir sus
planes y se dirigió a la casa de la familia Azevedo donde se hospedaba al salir
del templo hecho un vistazo de nuevo a la estructura suspirando, a pesar de
entender lo que implicaban los demonios y sus tratos, estaba seguro que esta sería la única forma de recuperar su
Juventus y la salud que día a día le abandonaba pues en los senderos de Dios hacía
mucho tiempo no percibía gozo en los caminos del bien, y ahora se entregaría
por completo a las sombras. Lejos del templo un carruaje esperaba al cura y un
jinete ayudo al noble anciano a subir, el cura dejo al carruaje lejos del templo para evitar posibles testigos
oculares _ Lléveme a cas por favor_ dijo el anciano quien descansaba de su
encuentro, el jinete vio en el viejo un desgaste inusual lo que le extraño pero
sin preguntar nada contesto_ Si desde luego padre , pronto estaremos en casa_
La familia Azevedo se instaló en las zonas altas de la villa , donde el aire es
más fresco y sus imponentes cerros lucen
majestuosos, del cual El cerro Pico Blanco era el más conocido llamado así por
una enorme roca la cual estaba cubierta por vegetación pero que aun así se
podía ver a través del verdoso retoño de con cientos de años esta enorme roca
podría ser tan grande como la villa misma y según algunos vecinos era el hogar
de los espectros más temibles, en especial de una presencia la cual todos temían,
y la leyenda más conocida por toda la villa tramitada por los aborígenes Huetares
y los Bribri una leyenda que despertaría en el corazón de la humanidad la
esperanza, y quizá la codicia. Pronto la
tarde descansaría con el ocaso en un espectáculo hermoso un cielo naranja
simulando las llamas encendiendo el cielo coloreando las nubes de fuego e
iluminado los amplios bosques en los cerros de Escazú, la quietud y belleza de
la villa florecida llena de vida hacia un contraste enmarcado con las
intenciones y corazón negro del anciano quien estaba en casa de la familia
Acevedo en su cuarto dirigiéndose a una gaveta en un mueble de su habitación
sencilla saco un pañuelo negro el cual envolvía algo al desenvolverlo una daga
con mango de plata y un filo formidable se dejó ver el cura lo guardo entre sus ropas y salió de la habitación. Al está
afuera el señor Azevedo le vio_ Padre Bladimir nos acompañara a la cena cierto_
dijo el señor Azevedo amablemente_ Si hijo solo debo hacer algunas cosas para
la ceremonia y pronto estaré en la mesa_ respondió el cura con su típica voz
ronca y actitud amable y misteriosa_ Muy bien padre le esperamos_ dijo Azevedo_
Pronto estaré ahí – Respondió el cura, saliendo al pato de la casa de la
familia la cual para ser de las primeras casas era muy grande y contaba con más
de ocho habitaciones y una segunda planta muy ostentosa en comparación a los
vecinos de la villa. El cura fue al encuentro de dos guardias que custodiaban
la entrada_ ¿Qué es lo que necesitaba hablar con nosotros padre? _
Pregunto uno de los guardias_ Solo quiero que secuestren
a la niña a Mariel y la lleven al templo hoy en la madrugada cerca de las tres
de la mañana cuando todos duerman preparen un carruaje un poco lejos de acá
para que no despierte a nadie e iremos a la villa dentro del templo_ los
hombres se sorprendieron pero el cura sabia con quién estaba lidiando había
visto a estos mismos hombres robando algunos utensilios de la casa de la
familia en Galicia y vender la comida de los almacenes para luego reportarlo
como extraviado al señor Azevedo quien su confianza en estos hombres no le permitía
ver la corrupción en ellos, y antes que estos dos hombres reaccionaran el cura
saco unas joyas y varias monedas de oro que el mismo trajo de España y que
había tomado de alguno templos en Europa, los hombre sonrieron y asintieron con
la cabeza dando a entender que si harían lo que el cura les mando. Rápidamente
el anciano se adentró a la casa para no hacer esperar más a la familia, el cura
llego justo en el instante en que Mariel bajaba la escalera principal de la
casa cruzando una mirada con el anciano ambos sonrieron sin percibir nada
extraño la niña siempre había tenido una manera dulce para con el viejo a lo
que le correspondía con juegos que le mismo inventaba para pasar las tardes
solitarias de la niña y hacerlas más amenas ; Ya que Mariel no tenía hermanos y
se encariñaba fácilmente con la gente, desde su llegada a villa Escazú se enamoró
de sus paisajes de los senderos floreados, del sol de la mañana y de sus
hermosos cerros fue como si se adentrara al paraíso, pues nunca había
contemplado tanta belleza, solía secretamente escaparse de su casa en las
tardes para adentrarse en las faldas de los cerros donde se veía a escondidas
con un amigo el cual era despreciado por los vecinos pues era un niño Aborigen
de la familia real de los Bribri llamado
Tori más su familia le llamaba Suwo que
significaba viento e historia, tenía la edad de Mariel y le enseñaba su tierra
los manantiales dentro de los enriquecidos bosques de Escazú , en ocasiones
Tori le llevaba cerca del cerro pico Blanco donde el espíritu de Sibo el Dios
creador de la tierra Bribri reguardaba
su poder el cual trascendía el cosmos y el mundo materia pues ene l pasado Sibo
conquisto el mundo y lo reformo del poder demoniaco que lo poseía, salvándolo y
entregándoselo a sus hijos Bribris quienes debían cuidar esta tierra bendecida.
Mariel podía (Ver) los secretos ocultos de los seres impuros viendo la
manifestación divina que Sibo protegía desde el mundo espiritual donde
descansaba bajo la iluminación del mismo creador del Universo aquel que está en
todas las cosas y ha sido desde el amanecer de los tiempos infinitos. Los
maestros Awa quienes eran los chamanes habían declarado a Tori como el próximo guardián
de la tierra, en el reposaba la esencia de Sibo pues le había adoptado como
hijo y un día su corazón despertaría para proteger por siempre esta tierra
sagrada; Tori era del clan más elevado entre los clanes Bribris aquel que
resguardaba y enseñaba el camino a la luz. Así la amistad de dos inocentes se
acrecentó al punto donde Mariel cuestiono dulcemente en su inocencia si sería así
de feliz para siempre _¿Crees que sonreiré por siempre Tori?_ pregunto un día
Mariel mientras ambos estaban sentados
junto al rio que atravesaba la villa en una hermosa tarde en el bosque, Tori sonrió
y se sonrojo al ver la dulce sonrisa de la niña_ Las cosas que vienen del
corazón cuando son buenas se quedan ahí y podrás sonreír siempre que recuerdes
estas cosas_ dijo Tori ilustrando a Mariel sobre la claridad del espíritu,
materia que el mismo conocía bien por su instrucción con los maestros Awa,
_ Y entonces para sonreír…¿Cuidaras de
mi por siempre?_ pregunto la niña mientras veía fijamente la corriente de las
aguas reflejando la luminosidad de los rayos del sol _Cuidare de ti porque tu
cuidas de mí, no eres como los que vinieron contigo y ven a mi gran familia
como demonios, eres importante para mí.
Contesto Tori alzando la vista a los cielos adornados por
un azul profundo y radiante _ Mi madre está muy preocupada por mi cree esta
tierra es bella pero que no es apta para mí porque me hace soñar más de la
cuenta, pero amo la pureza de esta tierra y te quiero Tori_ dijo Mariel quien
miro fijamente a los ojos a Tori quien le miraba sorprendido y sonrojado
bajando la mirada apenado lo cual le causo una sonrisa más amplia a la niña_
Cuidare de esta tierra que ambos amamos y estaré contigo siempre por esto que
compartimos_ al decir esto Mariel beso en la mejilla a Tori lo que le asusto
pero entendía el cariño sincero de una amiga de dos corazones que solo
entendían el amor en su forma más pura en la inocencia pues solo así nace el
verdadero amor en el desinterés y la verdad, en las causas nobles que
trascienden la vanidad humana. Durante un largo tiempo estos encuentros se hicieron
constantes Mariel llego a Villa Escazú con su familia con un año de nacida en
1793 cuando su familia vino con las intenciones de expandirse, ella había hecho a villa Escazú suya por este
motivo el amor era la base que unía a estos dos. El sentimiento más
importante que puede albergar un ser humano
después que aparentemente todo se ha
desmoronado, es la esperanza pero esta debe de tener una base por este motivo
tanto Tori como Mariel sembraron en esta tierra de encanto su esperanza con la
base más sólida el amor puro. Realmente l la maravilla de la vida se guardaba
en esta expresión de amistad. Pero, ahora la vida de Mariel corría un gran
riesgo pues el anciano sacerdote tenía una sola idea en mente, y se había decidido a ofrecer
en sacrificio la inocencia de Mariel a esta entidad, esta entidad demoniaca la
cual provenía de más allá del infierno. Toda la familia estaba sentada a la
mesa y el cura Bladimir había tomado su puesto con ellos pronto comenzaron a
servir los vegetales que se producía en la tierra de los Acevedo y carnes de
res adquiridas también por esta enriquecida familia. Las sirvientas de la
cocina llevaron todo al centro de la mesa una mesa hermosamente decorada con
mantel blanco bordado y cubiertos como ninguno otro en toda la villa ya que solo existían tres
familias ostentosas en Escazú en hasta ese entonces, sin embargo la familia Azevedo era quizá las más poderosa
y con mayor participación en obras de la villa. El cura Bladimir miraba con
frialdad a la niña quien incauta participaba en la cena mientras el señor Víctor
sonreía viendo a su mujer a su hija en la mesa, el anciano mantenía silencio
mientras los comentarios del señor Víctor acerca de las mercaderías traídas
desde Europa se convertían en bullicio sin sentido, pues en la mente del
anciano la maldad se acrecentaba y los panes de homicidio se fusionaban con la ambición
desmedida. Pronto todos fueron a descansar pero el anciano se mantenía en vela
conocía muy bien la hora en la que todos descansaban, se asomó por la ventana y
poniendo la lumbrera con la que se iluminaba en la cornisa dio la señal a los
hombres que custodiaban la casa para que se hicieran presentes. Con la rapidez
que le permitían sus años Bladimir se dirigió a la entrada principal de la casa
abriendo el paso a los guardias que tenían consigo cuerdas y un costal de tela
negra para me ter a la niña, Bladimir hizo que le siguieran hasta la alcoba de
la niña en el piso superior, tenía consigo la llave de cada una de las
habitaciones pues era hombre de confianza y casi un abuelo para la niña así que
la familia consideraba que la asistencia del anciano era oportuna en caso de
ocupar de su espiritualidad. Puso la llave en el cerrojo y con la suavidad de
un viejo zorro pisando la maleza abrió la puerta, la niña estaba profundamente
dormida tan solo iluminada por la blanca luz que reflejaba la luna llena en su
rostro; se acercó poco a poco y puso su arrugada mano en su boca tapándola, la
niña despertó abrupta mente asustada intentando entender que sucedía
confundiendo la realidad con una pesadilla,
los guardias pronto intervinieron alzando a la niña colocándole en el
suelo y atándola fuertemente, el anciano ordeno que le metieran con rapidez en
el costal de tela negra a lo que con prontitud respondieron los guardias
oscureciendo la visión de la niña quien amordazada se movía en desesperación
por huir de sus predadores. Salieron de la casa
cargando a la niña donde unos caballos esperaban a los hombres el
anciano subió con uno de los guardias a un corcel y la niña era transportada en
uno caballo con otro guardia que les seguía de cerca
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