El mayor anhelo del corazón
Es un objeto en común a los espíritus
La mayor dicha para el hombre
Es quizá la peor suerte para Dios
De todo y de un poco me he cansado
Aquel que busca descanso de escucharte
Pero tu sigues vociferando, piedad a los cielos
En la plaza publica de los santos
Así como fantasma entre sombras
Hablan ya por si mismas las piedras
Pues la fé se abraza a la locura
En cuanto el amor se convierte en una sobra
La consonancia suave de un verso al aire
Perfecta ilusión a mi consciencia
Para ahogar la malicia del espíritu perverso
Que a cada espacio de mi le hace falta
Hoy la sangre se derrama en silencio
La redención ha pasado, mas la muerte no
No veras grandeza hasta que subas del infierno
Pues el brazo del diablo es fuerte pero corto
No hay comentarios:
Publicar un comentario