viernes, 15 de abril de 2016

Catedrales

En en los sollozos ardientes del pueblo
Refugiado en los callejones grita hilarante
El nefasto profeta de los tiempos
Quien grita con toda insolencia

Los pasillos en la catedral esta abiertos
El rito de un demonio encarnado
En el corazón de un hombre
A miras del infierno insano se hace presente

Aquel extraño amor a un dios ausente
Ausente del corazón del templo humano
Uno que se hace a si mismo al espíritu
Alzando la fé como un tesoro perfecto

Me halle de pie entre pilares demoníacos
En el altar de milenarias falsedades
A dioses callados que no juzgan
Pues mi alma nació libre ante uno solo
Un Dios que vive inherente a mi alma.


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