A la puerta de mi casa el viento vacilaba soplando.
En mis cortinas blancas la danza de la noche era
No es un terror pasajero ni la imaginación de un niño
Camino a mis pesadillas en mi habitación me oculto
¡Mas que veo! el rostro espectral de un recuerdo
El desdén de mis días la locura manifiesta
En medio del sórdido y nostálgico ayer
¡Escapare de tu vista maldito espectro!
Hare de tu infame figura una idea absurda
Y de tu terror que viene a mi corazón en vida.
Pondré mis manos al cielo y mis pies en la tierra
Con la esperanza de recobrar mi juicio ahora
Y extraviarme en los laberintos profundos de mi ser
Ahí donde los ideales crecen con la fuerza de un cedro
Y perderé mi conciencia lastimera que grita incesante
No temeré al silencio de la noche oscura terrible
Pues lo oculto y maligno que asecha en las sombras
No podrá ser rival inmejorable a mi pena de tu ausencia
A eso temo a no aspirar tu aroma cuando junto a mi eres
Tan arduo amor no muere cuando en llamas fue bendecido
Hoy no temeré a la luna pues guardiana nuestra nombramos
Perdimos oscilante espíritu inocente cuando nos vimos con verdad
Redimimos el corazón errante de mi terrible mercurio al cual vuelvo
Eh ahí la razón, eh ahí nuestra fuerza y trinchera en guerras santas
Pues hoy lamento contigo amor, y sonrío al viento con el orgullo
Magistral a mi alma otorgado por el tiempo, y el amor nuestro templo.
Como único refugio fuera de la ley del mundo incauto para nosotros
amor es nuestro momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario