No conociste nunca el amor hasta que la asquerosa
Mano de la codicia te abofeteo
No supiste lo que era honra has que te rebajaste
En los suelos para buscar la luz que perdiste
No supiste de victorias hasta que te viste hundida
Las insignias que ganaste en tu historia empañada
Las guerras en nombre de tu gloria sangrienta
O los ruidosos estruendos del monte sagrado
Planeaste cual tuya la bandera de la paz
Como impostora del cielo que atrapaste para ti
Hoy de ti me he separado aguardando mi alma
Denunciando tu atuendo elegante y costoso
Hecho de oro, plata, tela fina escarlata
Así como tu casa sobre el mundo
En los que los reyes cantan alegres sus voces
Han seguido tu estrella naciente
De la que te apropiaste también
Eres una gran mercader de perdones y milagros
El oprobio de la ciencia progresista
Y el dolor de muchos por un amor de cual
No podrás robar esta vez
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