lunes, 20 de julio de 2020

La responsabilidad nacional ¿En quien recae la culpa?


Crisis económica, problemáticas de salud publica, negligencia ciudadana, incertidumbre en la terrible dirección política, inconformidad en la gestión gubernamental, son tan sólo la punta del Iceberg de este convulso 2020. Aceptemos desde el vamos que la situación no es sencilla y no tiene precedentes. Pero en gran medida, esta mala experiencia que pasamos como pueblo es la consecuencia de nuestra mala educación, de nuestro desinterés hacia el rumbo de Costa Rica desde hace más de tres décadas. La pandemia sacudió al mundo, pero no de la misma manera para todos, como reza el refrán: "Hombre precavido vale por dos" quizá haciendo una atrevida modificación la adaptemos a : "Nación precavida vale por dos" y de esa manera no estaríamos ahora mismo "bailando con la más fea".

 Sí durante estas ultimas décadas no nos hubiéramos dejado llevar por el conformismo, nos hubiéramos interesado en la cultura y hubiéramos participado activamente en la gestión de nuestro querido país, tendríamos funcionarios públicos a la altura de un pueblo demandante que no cede a la demagogia. Y es que hoy la responsabilidad para resguardar la seguridad social, yace en las manos de un gobierno cuya única culpa radica en el mismo votante que lo puso ahí. Pues el tico prefiere ser deshonesto en las cosas más simples, desde robar horas de trabajo y exigir politicos honestos, hasta sobornar agentes de transito y fruncir el seño cada vez que suben la gasolina.

Seamos sinceros, no seria más sencillo enfrentar una pandemia con un gobierno bien elegido, y mejor aún, no sería más sencillo hacer frente al Covid-19 con una ciudadanía más educada. Porque quejarnos es parte de la nueva idiosincrasia hueca de tico, pero hacer las cosas bien, oh hace cuanto que no las hacemos así. Hay muchos factores embrutecedores que van desde programas que distraen al tico, hasta la cultura del fiestero. Damos por sentado nuestro país, y pensamos que no merecemos exigir nada, porque vivimos inmersos en la más abierta disociación a nuestra Costa Rica. Pensamos que la nación se maneja a control remoto y una vez haya un mandatario, nuestro trabajo terminó; olvidando que el presidente sólo es un representante de nuestra voluntad.

Hoy más que nunca deberíamos de reflexionar en la agobiante situación que nos hayamos, no porque un virus este asesinando a la raza humana, sino porque no poseemos una sabia contingencia al carecer de buenos lideres, y una vez más destaco nuestra responsabilidad en el modelo politico por el que se rige la nación: La democracia. Seamos sinceros ¿No sería lindo ver un cambio? ´Pero no sólo un cambio presidencial en el que insiste en tico simple, sino un cambio en nosotros, porque para cambiar al mundo hay que cambiar por dentro, hay que reflexionar sobre las buenas costumbres, sobre llegar temprano, sobre ser honrados, sobre leer e interesarse por la historia, sobre entrenar nuestro criterio, pues la mejor política es sin dadas la educación. Este debe ser la mejor oportunidad de nuestras vidas para un cambio.


Mauricio F. Melara