Se dice popularmente que "las pruebas de Dios" son necesarias y que no hay que entender lo que sucede sino aceptarlo, pero dar por sentado que uno debe aceptar la voluntad oscura de una entidad superior pone en entre dicho la verdadera justicia. Más bien estas tienen otro propósito uno que es funcional en nuestra existencia.
Para quienes entienden a Dios como una fuente originadora de la vida más que un ejecutor de juicios, entenderán que los caminos que transitan no son fortuitos pero, tampoco son los caprichos de un ser superior. La vida tiene sus propias normas y si estamos en este mundo es para refinar nuestro espíritu.
Debo hacer ver que al referirme al espíritu me refiero también a la mentalidad, porque no se puede cambiar nada si primero no cambias tu mentalidad tu enfoque hacia las cosas, hacia tus metas y cada objetivo independientemente de lo que desees para ti. Hay una parte muy difícil en el proceso de crecer, madurar porque se debe transitar por dolorosas penas, ahora bien todos vivimos en nuestra medida dicha situaciones pero no todos tienden a aprender la lección que se esconde detrás de cada dificultad. La idea es no volver cometer el mismo error y mejor aun convertirse en un ser en virtud constante con una nueva y actitud ante la vida.
Nadie dice que es fácil no lo lo es no debe serlo, de lo contrario no valdría la pena y la única ventaja tras algo así es que todos alcanzarían el entendimiento. En lo personal no entiendo a "ciencia" cierta lo que implica el destino, podría verlo de la forma científica como que la "ley de la conservación de la materia" causa patrones repetitivos y reconocibles en nuestra realidad y esto puede incluir los patrones psicológicos que nos llevan a tomar ciertas decisiones "predestinadas" según nuestro patrón de conducta. Pero siempre existen las decisiones y es indiscutible que lo que vivimos personalmente es único igual que la forma en la que lo sentimos, nunca será lo mismo para todos la misma vivencia, el arte de vivir tiene que ver con entender la adversidad y el dolor verlo a los ojos aprender de él y seguir adelante pase lo que pase.
